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Guevara, Pablo: Los ecuestres

Portre of Guevara, Pablo

Los ecuestres (Spanish)

Mi país enrumba hacia Nacimiento y hacia Extremaunción,
a la gloria de las destrucciones en este Orden atormentado.
Aunque hay niños que se arrojan enloquecidos y luchan por los valles
y los viejos dicen que se arrojarían prestos a despanzurrarse
por las inscripciones en sus arcos votivos
-diciendo que mueren así por sus principios-
la mayor parte de muertos son jóvenes:
ellos amanecen apasionadamente encarcelados,
apasionadamente apaleados, apasionadamente
acuchillados, desmembrados, bombardeados;
aves rapaces basureras oscurecen los cielos
se posan en mis hombros
vienen a mis sauces y mis alcanfores y me cuentan la Historia
que no se daña, hacen imponderables mis escritos, ciudades reginas no os amo
pues mil noches necesito para cumplir una bella jornada.
 
II
Hay que destruir este Orden Establecido,
para levantar la res-plan-des-cien-te-casa-de-psyché
en el vasto imperio solar y en el corazón, y atreverse a matar:
como el enfermo deshauciado que desarmó a su enfermedad
palpando cada día la verdad de sus muros en vez de adivinarlos,
y la verdad de su poder -o no poder- para destruirlos.
 
En estos hogares, banderas, templos, instituciones, libros,
de leyes, de misas, de cocinas, de contabilidades, deidades
no sois más mis amigos, nunca lo fuísteis, sois mis enemigos.
 
Jamás el más mínimo cultivo, ni cocina ni sazón;
carne, alguna vez, cruda o semicocida por el calor de los muslos
frotando sobre el arnés;
mujeres cautivas, las necesarias para burlar alguna burda jornada,
en los carromatos sin roperos ni joyeros ni afeites ni tapicerías;
 
niños, muchos niños libres, sin propiedades, sin rebaños
ni molinos de agua ni molinos de viento ni escuelas
de ésas que domestican la libertad;
ambos sexos en toda edad con un mismo vestido,
para toda estación un mismo color, con groseras costuras
de pieles de roedores salvajes, animales resistentes por muchos años
y por todo saludo el saludo del Odio cuando ha sido descuartizado el Amor.
 
III
Como Hunos
con cabezas rapadas y trenzas solitarias mirando el horizonte
con olores nauseabundos visitando a los amigos y a los enemigos,
sentados a horcajadas sobre la realidad,
realidad medida, calculada, soñada, admirada
toda la vida sobre patas cortas e hirsutas,
avanzaron con maestría dueños de sus medios: flechas y caballos.
 
Caracoleando sobre andaluces caballos, los almagristas primero,
después los chupeños, sobre morochucos, en las breñas,
hoy los guerrilleros, a pie y en asnos y en caballos, también disponiendo
de sus únicas vidas cuando nada ni nadie, aparentemente se las pedía
en el imperio feudal que mal se disimula con créditos o parcelaciones,
un poema sin sombras me visita, aletea y me hiere
y me hace feliz u hosco o desdeñoso
de todo bien remoto y de todo bien próximo.
 
Como esos magníficos hombres
de los que sólo se hallaron sus vestigios después de mil años
(2 o 3 cráneos en Mozonszentjanos
-llanuras de Hungría-), así mis hermosos compadres
dejaron sus restos en mis montañas
Compadre Guillermo, Compadre Paul
ya los encontraremos.
 
Llegaron al punto
en que se volvió a demostrar
que lo habitual y lo cotidiano
es la Historia
y que vahos, sudores, llagas, imprecaciones,
pies como globos, diarreas, caídas, maldiciones
a través de muchos kilómetros sin testimonios
son la Historia,
otra Historia,
y destruyeron el Imperio Romano
y su injusta PAX.
 
 
(De Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú)



Uploaded byP. T.
Source of the quotationhttp://www.mundopoesia.com

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