Vallejo, César: Trilce LXI
Trilce LXI (Spanish)Esta noche desciendo del caballo, ante la puerta de la casa, donde me despedí con el cantar del gallo. Está cerrada y nadie responde.
El poyo en que mamá alumbró al hermano mayor, para que ensille lomos que había yo montado en pelo, por rúas y por cercas, niño aldeano; el poyo en que dejé que se amarille al sol mi adolorida infancia... ¿Y este duelo que enmarca la portada?
Dios en la paz foránea, estornuda, cual llamando también, el bruto; husmea, golpeando el empedrado. Luego duda, relincha, orejea a viva oreja.
Ha de velar papá rezando, y quizás pensará se me hizo tarde. Las hermanas, canturreando sus ilusiones sencillas, bullosas, en la labor para la fiesta que se acerca, y ya no falta casi nada. Espero, espero, el corazón un huevo en su momento, que se obstruye.
Numerosa familia que dejamos no ha mucho, hoy nadie en vela, y ni una cera puso en el ara para que volviéramos.
Llamo de nuevo, y nada. Callamos y nos ponemos a sollozar, y el animal relincha, relincha más todavía.
Todos están durmiendo para siempre, y tan de lo más bien, que por fin mi caballo acaba fatigado por cabecear a su vez, y entre sueños, a cada venia, dice que está bien, que todo está muy bien.
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